Muchos de los cánceres de cuello uterino comienzan en un área llamada zona de transformación, en donde el endocérvix -la parte interna del cuello uterino ubicada cerca del útero- se encuentra con el ectocérvix -la parte externa del cuello uterino más cercana a la vagina.
El virus del papiloma humano (VPH) representa una de las infecciones de transmisión sexual más común. Cada 2 minutos muere una mujer en el mundo a causa de cáncer en cuello uterino, asociado directamente a este virus. 99% de los cánceres está relacionado al Virus del Papiloma Humano.
Se calcula que en México, hasta un 80 por ciento de la población está infectado con el Virus. Estudios recientes señalan que el 90 por ciento de las mujeres mexicanas ha tenido alguna vez en su vida el VPH, considerado como uno de los principales factores para desarrollar cáncer cervicouterino, en el caso de las mujeres, y de próstata en hombres, siendo la segunda causa de muerte en mujeres. La tasa de mortalidad media nacional mexicana por Virus de Papiloma Humano fue situada en 18.24 por ciento situando a México en los primeros lugares a nivel internacional.
El Dr. Manuel Magallanes, Oncólogo Médico, explica cómo podemos ayudarte en COI.
El cáncer cervical, por lo general, avanza lentamente durante muchos años, pero es antes de que se desarrollen las células cancerígenas reales cuando los tejidos del cuello uterino experimentan cambios a nivel celular, llamados displasia o precánceres. Durante esta etapa temprana del precáncer, las células displásicas a menudo se pueden extirpar y ser utilizadas para curar la afección, con ayuda de un procedimiento que incluso puede ser realizado en el consultorio.
Los expertos de COI suelen realizar una biopsia y algunas otras pruebas para confirmar el diagnóstico y así determinar qué tan avanzada está la enfermedad. Dependiendo de la etapa que los estudios determinen, el médico puede recomendar tratamiento con cirugía , quimioterapia, radioterapia o alguna combinación de estos. El tratamiento también puede variar en función de si el cáncer solo está localizado en el cuello uterino o no.
Índice de información sobre cáncer cervicouterino:
El también conocido como cáncer de cérvix uterino presenta un desafío adicional, ya que es posible que, aún padeciéndolo, la paciente no note ninguna molestia o síntoma sospechoso, especialmente cuando la afección se encuentra en una etapa temprana. Es por esta razón que, al poder permanecer "oculto", es importante la realización de exámenes de detección de cáncer de cuello uterino con regularidad, a partir de los 21 años e independientemente de la edad en la que se tuvieron relaciones sexuales por primera vez.
Estos son algunos de los síntomas que se pueden presentar:
Sin embargo, otras afecciones también pueden causar estos síntomas, por lo que, si se experimenta al menos una de las molestias, es importante consultar con un especialista de inmediato.
En la actualidad, más del 90 por ciento de los cánceres de cuello uterino son ocasionados por una infección provocada por el virus del papiloma humano (VPH), un virus tan común, que más de dos tercios de las mujeres sexualmente activas llegan a infectarse con él.
Además de la infección por el virus del VPH, los factores que hacen que el riesgo de cáncer cervical aumente, pueden ser:
Las mujeres que no han estado infectadas por el virus VPH o por cualquiera de estos otros factores de riesgo, rara vez desarrollan cáncer de cuello uterino.
Muchas mujeres acuden con un especialista después de haberse realizado una prueba de Papanicolaou y de que esta arrojara resultados anormales, lo que en ocasiones pudiera indicar signos cancerosos en el cuello uterino. Cuando una paciente acude con nosotros, nuestros médicos la examinan y toman una biopsia del tejido cervical para después realizar otras pruebas que pudieran evaluar el estado cáncer.
Estas son algunas de las pruebas o procedimientos que se pueden realizar:
Prueba de Papanicolaou
El Papanicolaou es uno de las estudios capaces de detectar la posibilidad de cáncer en el cuello uterino o displasia. Para realizar esta prueba, el médico inserta en la vagina un instrumento lubricado llamado espéculo, con el fin de agrandar la abertura y de tomar una muestra de moco y de células a través de un raspado. Por lo general, el procedimiento no es doloroso; sin embargo, algunas mujeres experimentan malestar leve durante algunos segundos.
Posteriormente, las muestras de tejido se envían al laboratorio para ser analizadas bajo un microscopio por uno de nuestros patólogos expertos. La recolección, muestreo, detección e interpretación de las pruebas de Papanicolaou requieren de experiencia y habilidad para garantizar un diagnóstico preciso.
Citología de base líquida
Posterior a la prueba de Papanicolaou y ya en el laboratorio, las células se colocan en un portaobjetos, se tiñen y se examinan a detalle. Con ayuda de la citología líquida, las células se pueden obtener de la misma manera en la que se obtienen para una prueba de Papanicolaou, pero en lugar de teñirse, se mezclan con un líquido, se procesan en una máquina y luego se colocan en el portaobjetos. Esta prueba proporciona muestras de mayor calidad que una prueba de Papanicolaou.
Colposcopia y biopsia
Si una prueba de Papanicolaou o citología líquida muestra una anomalía, el médico tiene la opción de realizar una colposcopia, en la que se utiliza un colposcopio -un instrumento de aumento unido a binoculares que sirve para examinar el cuello uterino-.
El médico también puede realizar una biopsia, extrayendo una pequeña sección de la superficie del cuello uterino para luego examinarla bajo el microscopio. Uno de nuestros patólogos especialmente capacitados examinará la muestra para ver si contiene células anormales o cancerosas.
Biopsia de cono (conización)
Si se encuentran células anormales o si el diagnóstico no es claro después de una colposcopia, pudiera ser necesario someterse a una cirugía menor para extirpar del cuello uterino un trozo de tejido un poco más grande. Este procedimiento se llama biopsia de cono o conización, la cual, además de ayudar a confirmar un diagnóstico, puede servir como tratamiento inicial para eliminar simultáneamente cualquier célula precancerosa o cancerosa.
Una vez que ha sido detectada la enfermedad, los médicos analizan las opciones de tratamiento junto con la paciente para poder tomar una mejor decisión. Cada opción lleva consigo pros y contras, como los posibles efectos secundarios. Dependiendo del tipo y del estadio del cáncer, existen varias maneras de tratarlo.
Tratamiento para el cáncer cervical en estadio temprano
El cáncer de cuello uterino, si es detectado en una etapa temprana, se puede tratar con cirugía. Incluso, hay casos en los que, después de la intervención, ya ni siquiera son necesarias otras formas de tratamiento, como la quimioterapia o la radiación.
Tratamiento del cáncer de cuello uterino en etapas avanzadas
Con el fin de determinar si un cáncer tiene potencial para hacer metástasis -el proceso de propagación del cáncer hacia un órgano distinto de aquel en el que se originó-, nuestros médicos utilizan un método llamado mapeo de ganglios linfáticos centinela. La información que arroja dicho mapeo puede ayudar al equipo de especialistas a cargo del tratamiento a determinar el plan de atención adecuado para cada paciente. Para los cánceres de cuello uterino que ya están en etapas más avanzadas y que corren el riesgo de comenzar a hacer metástasis, el equipo a cargo del tratamiento puede combinar cirugía con radioterapia o quimioterapia, según sea su plan de atención.
Prevención del VPH con el uso de condones
La única forma visible de saber si una pareja sexual probablemente pudiera estar infectada con VPH, es la presencia de verrugas genitales. Los condones no brindan una protección completa respecto a esto, ya que el VPH se puede propagar a través del contacto físico con otras áreas infectadas como la boca, los genitales y el ano. Ante esto, la Sociedad Estadounidense del Cáncer informa que el uso de condones puede reducir la tasa de infección por VPH en aproximadamente un 70 por ciento.
El cáncer cervical tiende a crecer muy lentamente, por lo que hay una serie de medidas que una mujer puede tomar para evitar que la enfermedad se propague y avance:
Vacuna contra el VPH
La primera vacuna aprobada por la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos fue Gardasi l ® . La vacuna se dirige específicamente a los tipos 16 y 18 del VPH, que causan alrededor del 70 por ciento de los casos de cáncer de cuello uterino, y los tipos 6 y 11, que causan aproximadamente el 90 por ciento de los casos de verrugas genitales. La vacuna solo puede usarse para prevenir una infección por VPH; no está destinado a mujeres que ya están infectadas.
Se están realizando estudios adicionales para identificar vacunas que se dirigen a otros tipos de VPH relacionados con el cáncer de cuello uterino, ayudar al sistema inmunológico de hombres y mujeres ya infectados con el VPH a destruir el virus y ayudar a las mujeres con cáncer de cuello uterino avanzado o recurrente.
En COI contamos con la vacuna contra el VPH, acércate a nosotros o a tu médico para más información.
Somos reconocidos como líderes en el tratamiento de cáncer cervicouterino en México; hemos logrado resultados óptimos para los 2,000 nuevos pacientes con cáncer cervicouterino que atendemos cada año.
En COI te ofrecemos:
COI ayuda a que los pacientes diagnosticados con cáncer cervicouterino puedan evitar tratamientos innecesarios.
Nuestro grupo de especialistas Tumor Board desempeña un papel de liderazgo en el seguimiento de pautas nacionales e internacionales para asegurar que cada paciente reciba la terapia que más le beneficie. Este equipo multidisciplinario está compuesto por:
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